Pecados capitales en la cadena de suministro y cómo evitarlos
¿Has notado que los riesgos se han incrementado después del COVID-19? Muchos empresarios coinciden en que la crisis mundial provocada por la pandemia ha sido intensificada por inusuales situaciones de oferta y demanda. Y esto ha ejercido presión sobre la cadena de suministro.
Una presión que puede conducir fácilmente a cometer alguno de estos pecados capitales: cerrar con prisa un contrato, satisfacer a cualquier precio una demanda de un cliente o bien, aprovechar sin miramientos un mercado ávido de tus productos. Cualquiera de estos, puede llevarte a tomar la decisión de saltarte controles y restar importancia a quiénes serán tus proveedores.
¿Es así de serio?
La debida diligencia es un proceso necesario que te permitirá asegurarte que los proveedores y los clientes estratégicos son éticos, transparentes y cumplen con normas locales e internacionales. Es decir, es una forma de garantizar que tu círculo es virtuoso.
Como has podido comprobar, los negocios han cambiado de forma radical. Si un proveedor resultó no ser íntegro en sus operaciones, tu organización no puede lavarse las manos. Si algo no está funcionando bien con tus socios comerciales, debes responder ante tus consumidores. Ya sea que estos sean empresas o personas.
¿A qué riesgos te podrías enfrentar ante un incumplimiento en tu cadena de suministro? Estos son solo algunos:
- Cancelaciones de contratos
- Multas
- Ser víctima de fraude o bien, arriesgarte a que ofrezcan sobornos a tus colaboradores
- Demandas
- Daño a la marca y a la reputación
- Contingencias legales
- Pérdida de confianza
Es por esta razón por la que, en primera instancia, debes regirte por un marco regulatorio interno. Además de esto debes poseer la voluntad y fomentar la capacidad de cumplir con requerimientos externos tanto locales como internacionales.
Anteriormente, los criterios para hacerlo se basaban casi exclusivamente en aspectos relacionados con la corrupción. Era un tema central. Pero, aunque la corrupción se sigue evaluando; ahora se suman otros indicadores que se consideran igual de importantes. Los criterios globales ESG, por ejemplo, hacen referencia a aspectos ambientales, sociales y de gobernanza.
De acuerdo con la experta en compliance Elisa Turullols, de “10 a 20% más alto es el valor de mercado que poseen los fondos de empresas con una alta calificación en los criterios ESG versus otros fondos que no han implementado ninguna acción para cumplirlos”.
Pasos útiles para evaluar tu cadena de suministro
Te sugerimos estos pasos:
1. Elabora un cuestionario básico con preguntas clave que te proporcionen información sobre aspectos esenciales que necesitas conocer de tus proveedores. Establece que todo proveedor, deberá responderlo y respaldarlo con la documentación que consideres necesaria.
2. Además de la información que puedas recopilar siguiendo este primer paso, también puedes usar otro tipo de fuentes: búsquedas virtuales cuidadosas y detalladas, referencias de otros clientes, información en cámaras de comercio o empresariales y noticias, entre otros insumos.
3. Luego de concluir esta concienzuda investigación, convoca a todos los departamentos que directamente estén implicados en la cadena de suministro. Analicen la información, evalúen los riesgos y decidan en conjunto qué proveedor es el que más conviene a su organización.
4. Pero además de esta decisión inicial, es vital definir qué tipo de seguimiento y controles pedirás a cada proveedor y con qué frecuencia lo harás. Una buena práctica, es clasificarlos de acuerdo con qué tan importantes son en tu cadena y también el nivel de riesgo. Esto determinará cada cuánto y qué tan profunda serán las evaluaciones de seguimiento. Para definirlo, no solo pienses en lo que te pedirán tus clientes, considera sobre todo en cuánto te interesa cuidar la reputación de tu empresa y lo que podría significar tener alguna relación con un proveedor cuestionable.
5. Ten presente que siempre es MUY importante dar la posibilidad al proveedor de tocar el silbato si encuentra algo que no está bien. Poner a su disposición un sistema de denuncias es, sin duda, una acción necesaria.
Una solución práctica
Como parte del proceso, es importante evaluar si tu organización tiene la capacidad real de ejecutar estos pasos básicos. Si descubres que no es así, no te sorprendas. El estudio Administración de riesgos de terceros (TPRM), panorama 2020 encontró que “la mitad de las empresas no tienen las capacidades internas suficientes para gestionar todos los riesgos de terceros a los que se enfrentan”.
¿Qué camino deberías tomar entonces? Una buena opción es recurrir a una empresa confiable que pueda apoyarte a conocer mejor a quiénes nombrarás socios comerciales y que se convertirán en aliados en tu día a día. ¿Necesitas conversar con un experto? Agenda una llamada breve con Pablo Cordón, Director y Co-Fundador de Ethikos Global.